lunes, 23 de febrero de 2015
15 Claves del emprendimiento
Tomado de: http://www.negociosyemprendimiento.org/2013/04/realidades-del-emprendimiento-que-debes-conocer.html
15 Realidades del emprendimiento que debes conocer
JAVIER DIAZ 24 DE ABRIL DE 2013
El mundo del emprendimiento es fascinante y extremadamente apasionante. Cada día te levantas con la ilusión de hacer realidad tus sueños y tratar de cambiar el mundo con tus ideas.
En estos 4 años que llevo compartiendo junto a emprendedores y empresarios, he aprendido unas cuantas lecciones acerca del emprendimiento y sobre la creación de empresas, y el día de hoy quiero compartirte algunas de estas lecciones.
Espero que disfrutes leyendo este articulo tanto como yo disfrute escribiéndolo. No olvides dejar tus opiniones, comentarios y aportes sobre el tema, estoy seguro de que juntos podemos llegar a conclusiones muy interesantes.
Bien, aquí van estas 15 Realidades del emprendimiento que debes conocer para no rendirte en el camino hacia tus sueños.
1. Ningún negocio es bueno o malo en el papel
emprender
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con algunos estudiantes de administración de empresas y la mayoría me hacían preguntas del tipo "¿Es buen negocio hacer esto...?", "¿Es rentable comenzar un negocio dedicado a tal cosa...?", etc. Supongo que si vamos de universidad en universidad encontraremos dudas similares puesto que en las aulas nos enseñan a tomar decisiones "con la cabeza" y siempre teniendo como fundamento un plan de negocios, una hoja de cálculo en excel o estadísticas que permitan determinar si empezar tal negocio es buena o mala idea.
El emprendimiento requiere de un toque de irracionalidad, porque precisamente al alejarnos de lo posible y aventurarnos hacía lo imposible es cuando surgen las ideas más fascinantes y maravillosas. Cuando se emprende, a veces es necesario tomar decisiones con el corazón, dejando de lado los números y haciendo caso a nuestra intuición.
Una hoja de excel o un plan de negocios nunca te dirá con certeza si tu idea de negocios es buena o mala, si realmente quieres saberlo debes tener el valor para lanzarla al mercado y que sean los clientes quienes te digan qué tal es tu negocio, qué debes cambiarle, cómo puedes mejorarlo, etc. Suena arriesgado, pero de esto se trata el emprendimiento, de correr riesgos que nadie más correría para lograr cosas que nadie más lograría.
Es bueno que analices con detalle tu idea y te tomes el tiempo necesario para planear estrategias y evaluar los aspectos clave de tu proyecto, pero recuerda que la realidad está afuera y no en tu business plan, tal como lo dice Javier Megias, experto en estrategias, startups y modelos de negocio.
2. Es más fácil fracasar que tener éxito
emprendimiento
Las estadísticas sobre el fracaso empresarial son escalofriantes: "de cada 10 nuevas empresas, solo 1 o 2 superan los primeros 5 años de vida"...
Te digo esto no buscando desanimarte, todo lo contrario, debes ser consciente de que tal vez no tengas éxito la primera vez, ni tampoco la segunda, ni la tercera, por ello debes tener el carácter suficiente para intentarlo una y otra vez. Debes tener el valor y la fuerza de voluntad necesarias para levantar con más fuerza después de cada caída.
Si revisamos las historias de algunos de los más grandes empresarios de la historia veremos que todos se han enfrentado al fracaso una y otra vez, pero fueron su determinación y su pasión las armas con las que lograron reponerse para intentarlo una vez más hasta que finalmente sus negocios comenzaron a prosperar.
La clave no está en no caer, sino en tener el valor para levantarnos una y otra vez. Las probabilidades de fracasar son altas, pero es mejor fracasar intentando triunfar en algo que nos gusta, que dejar de triunfar por el temor al fracaso.
3. El 90% del éxito se basa simplemente en insistir (Woody Allen)
emprendedores
La mayoría de los negocios nunca llegan a prosperar sencillamente porque su gestor dejó de intentarlo demasiado pronto.
El emprendimiento se trata de insistir, persistir, resistir y nunca desistir. Muchas veces la diferencia entre fracasar y tener éxito, es simplemente intentarlo una vez más. La clave está en mantener el entusiasmo donde otros ya se han dado por vencidos.
Hay personas con muy buenos talentos que nunca logran nada en la vida por la falta de disciplina, constancia y perseverancia. Por el contrario, también hay personas que no son muy talentosas, pero se esfuerzan cada día por ser mejores, entrenan, perseveran y logran llegar tan lejos como se lo proponen.
4. Si realmente quieres emprender, encontrarás la manera
emprendimiento
Encontrar excusas es muy fácil y siempre tendrás una muy buena para dejar de iniciar ese negocio con el que tanto sueñas... falta de dinero, falta de tiempo, falta de preparación, mal estado de la economía, etc, etc, etc. En fin, la lista de excusas a la hora de emprender es infinita, pero quién realmente está dispuesto a emprender va a encontrar la manera y los medios para superar cualquier obstáculo que se atraviese en su camino.
Muchas empresas han comenzado sin siquiera tener un producto completo y sin tener todos los recursos necesarios para empezar, pero la visión de sus gestores les permitió aventurarse para luego poco a poco ir convirtiendo su idea en la gran empresa con la que soñaban... ¿Acaso no recuerdas cuando Bill Gates hizo negocios con un software que ni siquiera tenía en sus manos?
5. Si quieres llegar rápido, emprende solo. Si quieres llegar lejos, emprende en equipo
Emprender solo tiene sus ventajas. No tienes que rendir cuentas a ningún socio, puedes hacer las cosas a tu manera, no necesitas discutir con nadie las decisiones que tomes, podrás trabajar a tu propio ritmo, te quedas con toda la utilidad generada por el negocio, etc... Pero si emprendes solo, nunca llegarás tan lejos como podrías llegar si trabajas junto a otros emprendedores que compartan tu pasión y tus objetivos.
Dicen que si puedes lograr tus objetivos solo, significa que tal vez tus objetivos son demasiado pequeños. Atrévete a soñar y a pensar en grande, y crea equipos de trabajo con personas que tengan habilidades y características que se complementen con las tuyas, verás que juntos pueden lograr hasta los objetivos más grandes por más difíciles que parezcan.
6. Todo buen negocio tiene competencia
Por más innovador y diferente que sea tu producto o servicio, siempre habrá competencia y es un error fatal creer que no existe absolutamente ninguna compañía o producto que apunte al mismo segmento del mercado al que tu le estas apuntando.
También es un error creer que las grandes compañías no hacen o pueden hacer algo similar a lo que hacemos, es mejor ser realistas desde el comienzo y analizar a cada uno de los protagonistas del mercado: proveedores, productos complementarios, productos suplementarios, competidores directos, competidores indirectos, etc.
Como dice Sun Tzu: "Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, ni en 100 batallas correrás peligro". Preocúpate por conocer la competencia y a cualquier elemento clave del entorno que puede tener un impacto sobre tu negocio.
7. Los negocios son como el amor
Tal vez te suene un poco cursi, pero siempre he pensado que los negocios y el amor tienen muchas cosas en común.
A lo largo de nuestra vida amorosa tenemos diferentes oportunidades con diversas parejas, pero uno siempre se debe casar con aquella persona que despierte todas nuestra pasiones y por la cual estemos dispuestos a dejar de lado muchas otras otras oportunidades. Asimismo, en los negocios tenemos infinidad de oportunidades de negocio para emprender, pero solo debemos "casarnos" con aquella idea o con aquel negocio que nos apasione y por la cual estemos dispuestos a sacrificar tiempo, dinero y esfuerzo. Nunca olvides que un negocio sin pasión no es más que un trabajo rutinario donde tu día a día no va a ser muy distinto al de un empleado que trabaja motivado por su salario.
Un error muy común es poner el dinero por delante en algo que queremos emprender. Si el dinero se convierte en un objetivo que te obsesiona desde el comienzo, posiblemente vas a pensar en renunciar a tu proyecto cuando enfrentes el primer obstáculo. Es necesario tener motivaciones más fuertes que el dinero.
8. Debes tener el carácter suficiente para enfrentar miedos, criticas y mensajes de desanimo
emprender
Cuando te decides a hacer algo fuera de lo común, es normal que las personas a tu alrededor te envíen mensajes de desanimo del tipo "no se puede...", "es una mala idea...", etc. Aquellas personas no lo hacen de mala intención, solo actúan conforme a los paradigmas y temores con que fueron formados.
Es vital que tengas una determinación y un carácter lo suficientemente fuerte como para creer en ti mismo y enfrentar cualquier critica o mensaje de desanimo provenientes de familiares, amigos y allegados.
El miedo es otro enemigo con el que debemos lidiar cuando queremos emprender, incluso muchos emprendedores se resignan porque sus temores llegan a ser más grandes y fuertes que sus sueños. Es importante que enfrentes tus miedos y te des cuenta de que un miedo es tan grande como tu mismo lo percibes. Es difícil enfrentar los miedos, pero es más difícil estar toda la vida con ellos.
9. Los productos y negocios "perfectos" NO EXISTEN!
realidades del emprendimiento
Algunas personas se quedan toda la vida esperando a tener un producto o un negocio perfecto, pero la realidad es que ni siquiera las más grandes compañías cuentan con productos y modelos de negocio 100% perfectos. Muchas veces es mejor empezar con algo, aunque todavía no esté listo, y poco a poco ir mejorando según las necesidades del mercado.
Empresas como Google y Apple siempre mantienen sus productos en fase "beta" y lanzan versiones cada vez más sofisticadas según el feedback generado por los usuarios y consumidores, esta estrategia les permite ser compañías lideres en innovación y les permite ser cada vez mejores; mientras tanto, millones de personas con ideas fascinantes nunca se atreven a lanzarlas sencillamente porque creen que aún no están listas para ver la luz del día.
10. Iniciar un negocio no te hace emprendedor
Emprender es mucho más que montar un negocio. Los emprendedores saben que el emprendimiento es una aventura de constante aprendizaje y llena de retos donde cada día es una oportunidad de autosuperación. Los más grandes emprendedores nunca se conforman con haber iniciado un negocio, su visión los lleva a lograr objetivos cada vez mayores.
Una vez tienes tu empresa en el mercado, es hora de pensar en expandirse, en aportar al desarrollo económico, en llegar a más clientes, en ofrecer más oportunidades laborales y, por qué no, pensar en cambiar el mundo.
Si ya iniciaste tu negocio, no te conformes, piensa en cómo puedes hacerlo cada vez más grande y trabaja todos los días por dar un paso hacía adelante. No permitas que esa llama en tu interior se apague.
11. Todos somos emprendedores en potencia
Existen tantos tipos de emprendedores como tipos de personas hay en este mundo. Todos llevamos dentro un emprendedor, pero debemos despertarlo para que seamos capaces de luchar por nuestros sueños.
No todos los negocios encajan con las características de todas las personas, por ello es importante encontrar una oportunidad que se ajuste a nuestra forma de ser y de pensar... ¿Cómo descubrir la oportunidad perfecta para cada quien? En el libro "el arte de crear riqueza" podemos encontrar muy buenos consejos para saberlo.
12. El dinero no es el principal obstáculo a la hora de emprender
Estamos en pleno 2013 y el dinero dejó de ser un obstáculo a la hora de emprender, tal vez no estés de acuerdo conmigo, pero si en estos momentos sientes que no puedes empezar tu negocio por falta de capital significa que algo estas haciendo mal.
Aquí mismo en este blog les hemos compartido cientos de convocatorias, concursos y programas de apoyo cuyo objetivo es financiar proyectos empresariales interesantes, además, las plataformas de crowdfunding han creado una nueva tendencia donde cualquier persona puede financiar sus ideas y proyectos aprovechando el potencial de Internet, pero es tu labor captar el interés de la comunidad y darles razones para creer en ti.
Es cierto que el dinero es un elemento clave en el desarrollo de cualquier emprendimiento, pero no debe ser un limitante o una excusa para abandonar tus sueños.
13. Los grandes logros requieren de grandes esfuerzos
ser emprendedor
Si quieres lograr algo grande, debes estar dispuesto a luchar como nadie más lo haría.
Esfuerzo + Disciplina + Constancia + Paciencia = Éxito
Los perdedores suelen creer que el éxito está marcado por la suerte, pero los ganadores saben perfectamente que su propio destino está en sus manos y pueden llegar a donde lo deseen. No le eches la culpa a la falta de suerte cuando el problema es la falta de actitud.
14. Es muy fácil perder el Enfoque
Es normal perder el enfoque cuando se emprende por primera vez. Queremos hacer de todo al tiempo y finalmente no hacemos algo bien.
Es fundamental que te enfoques en una sola idea, pero que la hagas bien, mejor que nadie. Ya luego habrá tiempo para trabajar en otras ideas y otros proyectos, pero si buscas hacer todo al tiempo, solo conseguirás que tus energías, tiempo y dinero sean malgastados.
La falta de enfoque es una de las causas más comunes de fracaso empresarial. Descubre el potencial de tu negocio y enfócate en crear una ventaja competitiva en torno a él.
15. Las empresas son como el bambú Japones
El bambú Japones es un planta muy especial. Se siembran las semillas como las de cualquier otra planta y debes cuidarla como cualquier otra planta, pero durante siete años no verás florecer las semillas ¿Por qué? porque durante estos siete años, el bambú Japones está desarrollando unas fuertes raíces. En el séptimo año, la planta comenzará a crecer y en tan solo seis semanas alcanzará una altura de más de 30 metros, y si lo cortas, volverá a crecer una y otra vez.
Cuando decides emprender van a pasar años donde no verás los frutos de tu esfuerzo, pero es importante que en este tiempo hagas que tu empresa desarrolle unas raíces fuertes para que cuando empiece a crecer, tenga la suficiente fortaleza. Cuando una empresa tiene raíces fuertes, es mucho más solida y aunque enfrente problemas, seguirá creciendo.
Hay plantas que crecen mucho más rápido, pero si son cortadas jamas volverán a crecer.
miércoles, 11 de febrero de 2015
El pastor de ovejas que hoy decide el precio del petróleo
Tomado de:http://www.las2orillas.co/el-pastor-de-ovejas-hoy-decide-el-precio-del-petroleo/
El pastor de ovejas que hoy decide el precio del petróleo
Alí al Naimi a sus 80 años pone a temblar el mercado del crudo cada vez que habla. Deja en aprietos a los min. de finanzas de los países productores y a los consumidores les desfonda el bolsillo
Por: Elisa Pastrana | enero 27, 2015
El pastor de ovejas que hoy decide el precio del petróleo
En el salón de reuniones de Opep en Viena, una nube de cámaras y lentes apuntó hacia el hombre pequeño y de andar firme procedente de Riad que ingresaba a la crucial reunión del 27 de noviembre pasado. Todos sabían que él tenía en su mano la llave para cerrar o abrir el grifo del petróleo. Para detener la brutal caída de los precios – 30 dólares en cuatro meses- o para llevarlos al fondo. De Londres a Nueva York, de Zurich a Hong Kong, todos estaban a la expectativa, mientras los flashes deslumbraban al saudita de 79 años, responsable del crudo de su país y, sin duda, el más influyente del mundo petrolero. Ese día, que ya es histórico, Alí al Naimi, mantuvo su decisión de no recortar la producción, llevando consigo a los doce miembros del cartel. El precio del petróleo entró, entonces, en caída libre. En los dos meses siguientes descendió por debajo de los ¡50 dólares por barril! Y, al parecer, no ha tocado fondo.
Suficiente ilustración para confirmar por qué Forbes ha colocado a Alí Ibrahim al Naimi en el puesto cincuenta entre los hombres más poderosos del planeta. Una condición de la que nunca ha hecho gala este musulmán sunita que se siente orgulloso de su origen beduino, nacido en el seno de una familia humilde del este del reino.
Pasó la infancia en su tierra, ayudando a su padre a pastorear ovejas. Pero todo cambió a los 12 años, cuando un golpe de suerte lo llevó a ser el muchacho de los recados de Aramco, la gigante petrolera estatal que Arabia Saudita había fundado el 29 de octubre de 1933 y que por aquel 1947 ya era una de las más grandes del mundo.
Fue entonces cuando aparecieron los rasgos de su personalidad que conocen bien amigos y contradictores, los mismos que percibieron de inmediato los funcionarios de Aramco: inteligencia y tesón. Por ello no dudaron en volverse sus mecenas y pagarle los estudios en el International College de Beirut y la American University de esa misma ciudad, para después enviarlo a Estados Unidos. Geología en la Universidad de Lehigh y maestría en hidrología y economía geológica en la prestigiosa Universidad de Stanford. El chico del desierto había logrado lo que nunca hubiera soñado mientras arreaba las ovejas en ar-Rakah.
El regreso fue para hacer una meteórica carrera en la empresa que le había dado todas las oportunidades. No podía ser de otra manera en este hombre de gratitud y lealtad a toda prueba. En Aramco fue vicepresidente ejecutivo, presidente y miembro del consejo de dirección durante los ochenta hasta que en 1995 recibió el llamado para dirigir el Ministerio de Petróleo de la nación que produce el diez por ciento del crudo mundial, y que tiene la batuta de la Opep, —organización responsable de la tercera parte de la producción mundial de 90 millones de barriles diarios— con capacidad para poner la economía del planeta patas arriba.
Tanto poder no lo desvela. Excepto para las reuniones diplomáticas en Occidente, Al Naimi sigue usando el traje tradicional de su país y cultivando virtudes acendradas de los beduinos, como la humildad y la hospitalidad. Si, definitivamente, este superministro no tiene ínfulas de superestrella.
Su bajo perfil no tiene nada que ver con la ostentación de su predecesor, el jeque Ahmed Saki Yamani. Ese que fue el protagonista del primer shock petrolero en diciembre de 1973 cuando los precios pasaron de tres a doce dólares y puso a tiritar de frío a Europa, a los americanos a cambiar sus autos derrochadores de gasolina, a la economía del mundo al borde del abismo, y a Oriana Fallaci, la estrella del periodismo, a hospedarse durante tres meses en un hotel de Riad para hablar con el que sería uno de los 26 de su libro más famoso, La entrevista con la historia.
No, Alí al Naimi no se parece a Yamani. Ni a los fatuos jeques del petróleo. Al ministro octogenario no se le ve en Montecarlo del brazo de una mujer despampanante bajo un cerro de fichas en la ruleta o el chemin de fer. Porque prefiere el calor del hogar al lado de los nietos. Y al ejercicio para estar en forma. A él sí se le ha visto trotar a las siete de la mañana en medio de una multitud de guardaespaldas mientras se prepara para una conferencia o una reunión antes de abordar un auto a prueba de balas, comenta The Guardian
Al Naimi es un hombre cordial, muy respetado por su inteligencia y conocimientos, según afirman los medios especializados del sector. Y a todos consta que sus declaraciones son breves porque sabe que un adjetivo de más puede costar millones de dólares en el volátil mercado del petróleo.
Por eso ha llamado tanto la atención que el 23 de diciembre le dijera al Middle East Economic Survey: “Ya sea que el petróleo baje a 20 dólares por barril, a 40, 50, o 60, es irrelevante”. Y le resulta irrelevante porque al Naimi está totalmente decidido a no dejarle arrebatar a Arabia Saudita el primer puesto como productor mundial ni su participación en el mercado. Para ello no se aparta un ápice de su estrategia: Opep no debe disminuir su producción porque aunque los precios suban beneficiando a todos los productores, Arabia Saudita se queda con una tajada más pequeña del pastel. Y eso es, precisamente, lo que quiere evita.
Al Naimi se ha mantenido firme en mantener la producción de Opep en 30 millones de barriles diarios, amarrará al cartel para que no haga recortes y con los precios bajos espera asestarle un duro golpe a la producción de alto costo, desde los esquistos de Estados Unidos hasta los yacimientos de aguas profundas de Brasil, responsables de la sobreoferta de petróleo en momentos de un débil crecimiento económico mundial. La inapelable ley de la oferta y la demanda ha funcionado: los precios están en su nivel más bajo desde hace cinco años y medio.
El ministro saudita, aunque parezca un contrasentido, ha hecho que por primera vez la Opep deje que sea el mercado el que fije el precio. La batalla ha empezado. Y esto es lo que está sucediendo. Los precios del petróleo han caído casi un 60 por ciento en los últimos seis meses, los dos crudos de referencia, el Brent y el West Texas Intermediate (WTI) están por debajo de los 50 dólares, impulsados hacia el tobogán por el aumento de los suministros de media docena de países, entre ellos Estados Unidos y Canadá. “Los mercados siguen orientados a la baja, debido a un excedente creciente de al menos 1 millón de barriles diarios”, informó la Opep hace quince días en Viena.
El pulso con Estados Unidos, que a Al Naimi le resulta difícil de aceptar público, no tiene fecha de vencimiento. Para ilustrar la situación, basta pensar que en diciembre del 2007, antes del boom del petróleo no convencional Estados Unidos producía 5,1 millones de barriles diarios, en septiembre pasado llegó a 8,9 millones; y si en el 2007 importó 9,8 millones, en septiembre fueron solo 2,9 millones. Por eso pocos dudan que Al Naimi busca dejar caer los precios para hacer inviables económicamente a los crudos provenientes de los esquistos extraídos mediante fracturamiento hidráulico. Como el de la cuenca de Permian en Texas que puede llegar a ser rentable a 57 dólares, o el de Bakken de Dakota del Norte a 61 dólares; y otros más en todo el mundo provenientes de las aguas profundas en el océano, o los crudos pesados como melcochas, esos cuyos costos de extracción promedian de 80-85 dólares, al decir de banqueros de inversión como Goldman Sachs, que proveen la financiación.
¿Cuándo dará su brazo a torcer al- Naimi? ¿Hasta cuándo lo acompañarán los miembros de Opep en esta cruzada? Difícil saberlo. En Opep solo Kuwait (que necesita un precio de equilibrio para sus finanzas de US$75), Qatar (US$71) y Emiratos Árabes Unidos (US$80) pueden manejar la caída de precios de manera razonable. Otros la pasan muy mal. Por ejemplo, Venezuela que necesita un exorbitante US$162, —aunque el gobierno de Maduro bajó la previsión de este año a 60 dólares, el déficit fiscal de 17 % del PIB hizo que Standars & Poors pusiera en categoría de bonos basura la calificación de su deuda soberana—, o Irán US $134, y Nigeria US$126. Fuera de Opep, productores como Rusia necesitan petróleo a US $100, aunque por ahora se destaca que ha logrado sortear las vacas flacas. Colombia, que inicialmente hizo cálculos de US$97 y un millón de barriles por día para su presupuesto de este año, tendrá que vérselas con una reducción de sus previsiones de incremento de producción que la Agencia Internacional de Energía acaba de estimar en 175.000 barriles diarios, además de la caída de los precios que significan una reducción de 350.000 millones de pesos por cada dólar que disminuyan. Y aunque la devaluación ha ayudado a paliar los efectos, si el crudo sigue tal como va ahora, el hueco será tan grande como del tamaño de otra reforma tributaria, o habrá que hacer un enorme apretón de cinturón en el gasto, o elevar el endeudamiento (la semana pasada inscribió en Estados Unidos un prospecto de de emisión de bonos por 1.950 millones de dólares a 30 años, con vencimiento en junio de 2045). El bolsillo de los colombianos pagará los platos rotos.
Mientras unos la ven cruda, Al- Naimi no parece tener prisa. El reino produce 9,6 millones de barriles diarios y en Arabia Saudita se rumora que se le ha advertido a Aramco que se prepare para dos años de precios bajos. Y lo más probable es que sea así porque Ibrahim Al-Assaf, el ministro de Finanzas dijo hace pocos días que “tenemos la capacidad de soportar los bajos precios del petróleo a un mediano plazo de hasta cinco años, incluso si eso significa utilizar las reservas fiscales para cubrir un gran déficit”. Con un ingrediente adicional: la certeza de los sauditas en que además del crudo y las reservas, tienen las relaciones con los bancos y el acceso a la financiación que otros productores dentro y fuera de Opep no tienen.
Pronósticos de cuándo se revertirá la situación hay tantos cuantos analistas del sector petrolero. La AIE —adscrita a la Ocde que agrupa a 28 miembros— acaba de decir que “los precios podrían caer más y un cambio de la tendencia tomar algún tiempo, no obstante las señales de que ello terminará posiblemente en el segundo semestre de este año”.
En un mercado tan volátil cualquier cosa es posible. Prueba de esa ansiedad se dio el viernes pasado a raíz del fallecimiento del rey de Arabia Saudita, Abdalá Ben Abdel Aziz Al Saud. Su sucesor, el príncipe Salman tuvo que salir a llevar la calma a los mercados anunciando que se mantendrán las políticas petroleras. Pero la gran incógnita se centraba en si Alí al Naimi, el guardián del petróleo del reino durante veinte años, continuará en el cargo. Porque todos saben que el leal ministro ha querido retirarse hace algún tiempo, y si está ahí es porque se lo pidió el rey Abdalá. Como en tantas ocasiones, al Naimi no ha dicho palabra alguna. Por algo los medios de comunicación lo llaman “el saudita silencioso”.
lunes, 2 de febrero de 2015
La hora del hemisferio derecho…
Tomado de:Facebook: colgado en fundación el camino
La hora del hemisferio derecho…
Puede que nos hayamos olvidado, pero todos hemos sido niños. Por aquel entonces, veíamos la vida con asombro y la disfrutábamos jugando con la imaginación. Pero tarde o temprano nuestras ilusiones chocaron contra el muro que los adultos llaman “realidad”, que comenzamos a construir al iniciar nuestra andadura académica y profesional. ¿Cuántas veces nos han dicho que no podemos ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta? De tanto oírlo, la mayoría nos lo terminamos creyendo, dejando nuestros sueños de lado.
Pero si cada uno de nosotros nace con un potencial, con un talento y con una misión determinados, ¿por qué en general nos dedicamos a profesiones que poco o nada tienen que ver con nuestros verdaderos valores? La respuesta se encuentra en nuestro cerebro. Este órgano está dividido en dos: el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. Curiosamente, cada hemisferio procesa la información que recibe del exterior de forma distinta. Cada uno está relacionado con áreas y funciones diferentes. Podría decirse que ambos cuentan con su propia personalidad.
“Lo esencial es invisible a los ojos; tan solo puede verse con el corazón” (Antoine de Saint-Exupéry)
El hemisferio izquierdo, por ejemplo, es el responsable del lenguaje verbal, de la habilidad lingüística, de la capacidad de análisis, de la resolución de problemas matemáticos, así como de la memoria y el pensamiento lógico y racional. Es el más intelectual, formal y convencional de los dos; se le da muy bien absorber y almacenar información teórica y numérica, como nombres, definiciones o fechas.
Por el contrario, tiende a controlar e inhibir sus sentimientos. Es el encargado de la organización, el orden, la estructura y la planificación. Es muy obediente y disciplinado, y se rige por medio de normas, reglas, protocolos, leyes y procedimientos estandarizados. Y utiliza el miedo para protegernos y mantenernos a salvo de potenciales amenazas y peligros.
Este hemisferio busca certezas y solamente se fija en la dimensión física, cuantitativa, tangible y material de las cosas. Y le cuesta mucho percibir los infinitos matices grises que se encuentran entre los extremos blanco y negro. El hemisferio izquierdo solo considera válida aquella información que pueda demostrarse a través de hechos irrefutables, resultados medibles y datos estadísticos.
El hemisferio derecho, por otra parte, está más vinculado con la experiencia anestésica y sensorial de todo aquello que sabemos que no puede expresarse con palabras, y que no por ello es menos real. Nos brinda la habilidad de interpretar señales, signos y metáforas, así como la capacidad de soñar y de comprender el significado oculto de las cosas. Este hemisferio nos conecta con la dimensión emocional y espiritual de nuestra condición humana; nos permite sentir la parte cualitativa, intangible e inmaterial de las cosas. Es el más artístico, original y rebelde de los dos; le gusta salirse de la norma e ir más allá de lo social mente establecido. No tiene sentido del tiempo y está totalmente centrado y arraigado en el momento presente.
Es experto en relacionarse con los demás. Destaca por su empatía, su compasión y su destreza para detectar los aspectos no verbales de la comunicación. Se le dan muy bien la percepción espacial, el movimiento y la orientación. Tiene una visión holística de la realidad, concibiéndola como una unidad donde todo está integrado e inter conectado. Entre otros dones, el hemisferio derecho nos permite desarrollar la intuición, la imaginación, la innovación y el pensamiento creativo; tiene facilidad para visualizar ideas e inventar cosas que no existían y que aparentemente no eran posibles. Y en definitiva, nos nutre de confianza para atrevernos a seguir nuestra propia voz interior y, en consecuencia, recorrer nuestro propio camino.
Los neurólogos han descubierto que ambos hemisferios actúan a la vez. Los dos presentan cierta actividad neuronal en mayor o menor medida, independientemente del tipo de tareas que llevemos a cabo. Ninguno de los dos es más importante que el otro; más bien son complementarios. Hoy por hoy, la mayoría de nosotros estamos tiranizados por el hemisferio izquierdo, y es esta des compensación con nuestro hemisferio derecho lo que impide que muchos conozcamos la forma de cultivar la intuición y la creatividad necesarias para reinventarnos profesionalmente.
“La inteligencia y la creatividad de cada persona son tan singulares como su huella dactilar” (Ken Robinson)
El hemisferio izquierdo del cerebro sigue siendo el único protagonista en las aulas. La inteligencia y el valor de las nuevas generaciones se siguen midiendo con la puntuación que los estudiantes sacan en los exámenes, colegios, institutos o universidades. Y es que seguimos creyendo que el pensamiento lógico y el conocimiento racional son superiores a la intuición, la imaginación y la creatividad.
Tal como explica el experto en educación, talento y creatividad Ken Robinson, los actuales test miden cierto tipo de inteligencia, pero dejan de lado muchos aspectos y cualidades de la misma. Hay tantas maneras de expresar la inteligencia como seres humanos hay en este mundo. Eso sí, todas ellas van de la mano de la creatividad. Y al igual que la capacidad de razonar nos viene de serie, el pensamiento creativo es inherente a nuestra condición humana.
Si bien las habilidades del hemisferio izquierdo nos han dado buenos resultados a lo largo de la era industrial, para la era del conocimiento que está emergiendo ya no van a ser suficientes. Ha llegado la hora de potenciar nuestro hemisferio derecho y promover un sano equilibrio entre ambos. Para lograrlo, el reto es descubrir un medio profesional para canalizar todo el potencial innato que reside en nuestro interior. De pronto encontramos la manera de conjugar una serie de elementos que antaño parecían contradictorios e incompatibles, como por ejemplo la pasión con la profesión o la vocación con el dinero. El quid de la cuestión es si somos lo suficientemente valientes como para escuchar lo que sentimos en nuestro corazón.
domingo, 1 de febrero de 2015
¿Qué tan racional puedes llegar a ser?
Tomado de: https://racionalidadltda.wordpress.com/2015/02/01/que-tan-racional-puedes-llegar-a-ser/
¿Qué tan racional puedes llegar a ser?
Publicado el febrero 1, 2015 por experimentosemar • Publicado en Aplicaciones • Deja un comentario
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Silvia Juliana Pabón Gamboa
¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando escuchas la palabra “racionalidad”? Pues bien, yo era una de las personas que pensaba que ser racional era sinónimo de perfección humana, para mí era ese comportamiento en el que tomamos las mejores y óptimas decisiones en nuestras acciones de la vida cotidiana. Pero cuando empecé a leer el libro La Lógica Oculta de la vida, de Tim Harford, me di cuenta que no estaba del todo equivocada pero tampoco estaba en el lugar correcto. Tal y como lo define el autor, una persona es racional cuando responde a estímulos y no siempre estos la llevan a alcanzar sus objetivos de la mejor manera posible porque un mundo racional no necesariamente implica que el mundo sea perfecto. [1]
La racionalidad no es algo que se adquiere con el paso de los años sino que es un comportamiento inherente al ser humano desde que estamos en el vientre de nuestras madres. Solo analiza por un momento el caso en el que una mujer con 5 o 6 meses de gestación le pone música a su bebe para que se mueva y le dé “pataditas”, el niño es racional porque responde al estímulo de la música golpeando a su madre y la madre no es ni masoquista ni irracional al dejarse golpear, de hecho opta por ser racional porque el dolor que siente cuando su bebe le pega con fuerza es compensado con la satisfacción de saber que su amado y anhelado hijo está creciendo dentro de ella. Eso es lo que hace la gente racional, mide las consecuencias de sus acciones y si el dolor o sufrimiento es menor que la satisfacción o el placer que sienten, la racionalidad cobra sentido.
Mi sobrina de tan solo 5 años de edad ya es racional porque responde a mis “chantajes”, bueno de hecho esa palabra suena muy fuerte, entonces mejor digamos que responde a los estímulos que yo le doy. Su nivel de energía es superior a la media normal y es demasiado extrovertida y la única manera para que esté tranquila es estando dormida o jugando en el computador. El lector juzgará si soy una buena o mala tía pero lo que yo creo es que simplemente soy una tía racional, ¿Por qué? Pues hace unos pocos días mi sobrina estaba realmente insoportable y yo ya estaba llegando a mis límites de paciencia, entonces se me ocurrió decirle: hagamos un trato, si duermes un poco (lo que menos le gusta es dormir), una vez que te levantes te dejo jugar en el computador, y ella en medio de su pataleta se tranquilizó, y ¿cuál fue su respuesta? Fue la más racional de todas: “bueno tía vamos a dormir”. ¿Cómo es posible que segundos antes estaba llorando y gritando sin razón, y una vez yo hice mi propuesta ella se volvió la sobrina más obediente? Pues la respuesta está en eso que hemos venido hablando, la racionalidad.
Mi sobrina simplemente vio en mi propuesta un estímulo para alcanzar su objetivo de jugar en el computador aceptando dormir a pesar que es lo que más detesta, pues para ella el aburrimiento que le genera dormir es menor que la diversión que le proporcionaran los juegos de Discovery Kids. Y en mi caso, fui racional porque al motivar a mi sobrina para que durmiera y luego jugara, se iba a entretener por más tiempo y así yo iba a poder descansar y aprovechar el tiempo. Además, si miramos el hecho de que los juegos que le pongo son didácticos eso me hace más racional: poner juegos didácticos hace que mi sobrina desarrolle más sus capacidades y aptitudes mentales, entonces el hecho que se entretenga en el computador es incluso beneficioso para su cerebro.
La racionalidad no tiene un valor objetivo sino subjetivo, todo depende de la persona que esté tomando la decisión y de los principios que tenga quien juzgue dichas acciones. Puede también ser cuestionada por los prejuicios de una sociedad, por las creencias, por la época en la que hayas nacido porque por ejemplo una persona con 70 años puede creer que las mujeres son racionales cuando dependen económicamente de su esposo y se dedican al hogar y crianza de los hijos, pero en nuestros tiempos sucede lo contrario y eso no hace irracional a una mujer que trabaje y sea más independiente; en términos más técnicos la racionalidad va de la mano con la evolución del ser humano.
Una vez terminé de leer el libro me di cuenta que en la mayoría de las decisiones y acciones cotidianas, por muy simples que sean, siempre tendemos por hacer elecciones racionales y eso no significa que siempre busquemos lo más adecuado sino lo que sea mejor compensado y traiga mayor satisfacción; y con esto no quiero justificar ningún tipo de comportamiento que sea considerado como incorrecto o indebido como el caso de los drogadictos, simplemente es eso, buenos y malos comportamientos en los que cada persona sabe hasta dónde puede llegar y mide las consecuencias de sus actos. Para mí la irracionalidad es pasar el límite de las consecuencias y no medir el grado de nuestras acciones, pero tal vez tu tendrás otro concepto de irracionalidad y tu vecino otro diferente y así sucesivamente; entonces ¿qué tan racional o irracional te consideras?
Bibliografía
Harford, T. (2009). La lógica oculta de la vida: como la economía explica todas nuestras decisiones (p. 347). Madrid: Ediciones Temas de Hoy.
[1] Harford, T. (s.f.). La lógica oculta de la vida. Página 136
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