¿QUIÉN DOMINA TU MENTE?

La pregunta del millón... soy mis pensamientos... si pensamos constantemente en triunfo eso somos triunfadores.

Quien domina la mente lo domina todo, expresión que se refiere a las personas que le rodean y que manejan su mente por lo que debemos tener cuidado quien influye en nuestra forma de pensar y de obrar. La segunda parte tiene que ver con Usted mismo(a): controla sus pensamientos o ellos lo controlan.

Está usted capacitado para dejar de pensar... cree que puede dejar de pensar... la respuesta es la mayoría de las veces si la diferencia de nos, los humanos, con los animales es que podemos pensar y ellos no.

El proceso de meditación que enseñan las religiones orientales como el budismo y los vedantas, incluye aprender a poner la mente en blanco, es decir no pensar... por momentos o períodos de tiempo y en estos lapsos contemplar. Un buen ejemplo es ver los letreros en las calles cuando caminamos o vamos en bus, generalmente los leemos hasta sin querer porque hemos sido entrenados para ello, tratemos de ver los letreros y no leerlos, contemplémoslos. Igual, veamos una nube y leamos la nube, en nuestra mente no aparece solo se observa, no se piensa.

Los ejercicios anteriores no llevan a cuidar nuestra mente y adicional nos sirven para ahorrar energía mental que puede ser utilizada en alguna tarea que desarrollemos. Ejercicios que pueden ser tan elementales y tan ordinarios que nos cubren la verdad sobre el control mental.

Cuando nos conocemos y sabemos que por ejemplo no decimos vulgaridades, si empezamos a hacerlo hay algo por ahí que nos está afectando y nos induce a ser groseros, entonces lo podemos controlar y de paso nos damos cuenta que pasa con nuestra mente.

Ella, la mente, debe operar y funcionar para nos, y por ello debemos poner los pensamientos que nos favorezcan y rechazar los que nos perjudiquen. Con la sugestión podemos convertirla en una maquina de poder para conseguir lo que nos plazca en estudio, amor, dinero, empresa, servicio social o lo que sus señorías deseen.

Por todo lo anterior, el poder siempre ha estado con nosotros y debemos concientizarnos de él y usarlo para nuestro beneficio y el de las personas que nos rodeen y de aquellos que deseemos impulsar.